martes, 26 de septiembre de 2017

La Torre Latinoamericana y los sismos

Proyecto: Augusto H. Alvarez
Ubicación: Cd. De México. 


Este edificio de 60 años de edad es una verdadera proeza de la ingeniería en una época en la que no se tenía conciencia del peligro de la construcción en la Ciudad de México.

Inicia su construcción en 1946, y concluye 10 años después. Desde ese momento hasta 1984 fue la torre más alta de México, y la 4° mas alta en América. Durante su construcción se utilizaron ingenieros especializados en mecánica del suelo para hacer estudios y diseñar los cimientos, algo muy novedoso para la época. 

Contrario a lo que se piensa popularmente, los cimientos no están sobre resortes o gatos hidráulicos, sino que tiene una base de concreto similar al casco de un barco, que flota sobre agua del manto freático. Debajo de esto hay 361 pilotes enterrados a 30 metros de profundidad. Así que el edificio no está fijo, sino que "flota". Es el primer edificio diseñado dinámicamente en el mundo. Gracias a esto ha sobrevivido a 3 grandes sismos: su bautismo de fuego en 1957 (que le valió un premio del American Institute of Steel Construction), el de 1985, y este último en 2017. Se le considera uno de los lugares más seguros para estar en un sismo, y se calcula que lo único que haría que la torre cayera sería un sismo de 9 grados, pero si la torre no existe, la ciudad menos.

Dos detalles a remarcar:
 
-Su ingeniero Leonardo Zeevaert pudo presenciar desde su oficina en el edificio cómo su propia obra sobrevivía sin problema al terremoto del 85, mientras los demás edificios caían.
-Hubo un trabajador llamado Porfirio Callejas, el cual se encontraba pintando la antena del edificio, en su punto más alto, cuando inició el sismo del 85. Desde ahí pudo ser testigo de como caían edificios a su alrededor, mientras, agarrado de la antena, experimentaba el bamboleo más fuerte que alguien pudiera sentir (el vaivén de la antena era de 60 cms por lado).



lunes, 25 de septiembre de 2017

Casas típicas gringas

Ejemplos de casa típicas gringas, las cuales sin sus techitos inclinados estarían más que horrendas, pero son el sueño de muchos gringos y de la mayoría de los mexicanos que residen en ese país








Estas imágenes fueron mandadas para un proyecto y este es el tipo de casa que tenían en mente, desafortunadamente no los pudimos hacer cambiar de opinión y nos tuvimos que vender una vez más, el bolillo es el bolillo.

lunes, 18 de septiembre de 2017

Iglesia de San Buenaventura, Cuautitlán, Méx.


Cómo fotografiar la luna y tips para elegir el momento adecuado


Fotografía planificada con The Photographer Ephemeris minutos antes del amanecer. ISO 100, 400mm + 2x, f/14, 1.6s. Trípode y disparador. 

Lo primero que hay que saber es que la Luna no tiene luz propia, sino que su luz proviene del reflejo del Sol sobre nuestro satélite, de ahí que vaya creciendo o decreciendo conforme la Tierra la va tapando. Pero a pesar de que no tenga luz propia, para nosotros sí la tiene, es decir, es un objeto luminoso, por lo que a la hora de medir la luz de nuestro encuadre habrá que tener en cuenta la intensidad que tiene la Luna en ese momento. 


ISO 50, 200mm, f/11, 1/6s. Trípode y disparador. Fotografía tomada a las 7:13 am cuando la Luna se ponía por el Oeste. El Sol salía por el Este a las 7:21, de ahí que las nubes tengan esos colores rosados. 

La primera dificultad que tiene fotografiar la Luna es tratar de conservar el detalle de sus manchas y que el resto de la fotografía esté bien iluminada. Seguramente habrás intentado realizar una fotografía por la noche y la Luna aparecía como un punto de luz (quemado). 
Realmente fotografiar la Luna con detalle no tiene ninguna dificultad técnica, sino más bien saber elegir el momento adecuado. Para ello, hay que tratar de conseguir un momento de luz en el ambiente que se equipare con la luminosidad de la Luna. Estos momentos son durante el amanecer y el atardecer. 
De esta manera, la luz que ilumina nuestro paisaje es cada vez más débil, puesto que el Sol se está ocultando, con lo que reducimos el contraste que existe entre la intensidad de la luz en el ambiente y la intensidad que tiene la Luna. 
En cuanto a parámetros técnicos, es importante utilizar la medición puntual y medir sobre la Luna, ya que queremos mantener el detalle de las manchas. Cuanta más luz haya, más iluminada estará nuestra escena. En una puesta de Sol, si haces varias fotografías a lo largo de los minutos, manteniendo la misma exposición la Luna seguirá con detalle, pero el resto del paisaje estará cada vez más oscuro. Si lo haces durante un amanecer, la intensidad del Sol se irá comiendo cada vez más a la Luna. 
Si nuestra exposición está sobreexpuesta, perderemos el detalle en la Luna. Es importante disparar en formato RAW, puesto que podremos recuperar algo de información en el procesado. Si disparamos en JPEG y se nos quema la Luna no podremos recuperar el detalle. 

Fotografía tomada de una super luna el pasado 28 de Agosto en los Pirineos. Tomada a las 20:20, 34 minutos después de salir por el horizonte, lo que demuestra la rapidez con la que se mueve. El Sol se ponía a las 20:43, de ahí la luz sobre las montañas. 

Elección del objetivo 

La distancia focal utilizada variará el aspecto de la fotografía. Si utilizamos un gran angular, la Luna aparecerá como un punto pequeño en la fotografía, por lo que obtener detalle es menos importante, aunque se puede conseguir siguiendo el consejo anterior. Hay que tener en cuenta que no es lo mismo obtener un punto blanco que una Luna con textura. 
Si utilizamos un teleobjetivo para que la Luna aparezca más grande tendremos que tener en cuenta la profundidad de campo. Si utilizamos una apertura muy grande la Luna aparecerá desenfocada, por lo que será necesario cerrar el diafragma. Es recomendable utilizar un trípode para realizar estas fotografías con teleobjetivos, puesto que cualquier vibración hará que la foto salga movida y sin nitidez. 
Para ello, es recomendable utilizar el levantamiento del espejo (si es una cámara Réflex) y un disparador, para no tener que pulsar el botón de disparo con el dedo. Esa pequeña pulsación hará que la foto salga movida. 
Si la Luna es la protagonista de la fotografía siempre enfoco sobre ella, tratando de cerrar un poco el diafragma. 

ISO 400, 35mm, f/8, 15s, trípode y disparador. La Luna puede parecer el Sol en algunas situaciones, sobre todo por el color cálido que tiene, sin embargo, basta fijarse en el cielo para ver el rastro de estrellas. Disparada durante la hora azul, para que el cielo no aparezca negro. 

Otro aspecto a tener en cuenta es la velocidad de obturación. Si utilizamos un objetivo gran angular o angular, podremos exponer varios segundos sin que la Luna aparezca movida. Sin embargo, con teleobjetivos, la velocidad tendrá que ser rápida, por lo que más vale subir el ISO para poder aumentar la velocidad de obturación. 

ISO 800, 400mm, f/5.6, 1/200s. Trípode y disparador. Super Luna minutos después de salir por el horizonte, de manera que se puede encuadrar con elementos, como personas. Al compararlos da la sensación de que la Luna es mayor. Se aumenta el ISO para poder disparar a una velocidad rápida, puesto que con una distancia focal tan grande cualquier movimiento hará que la foto salga trepidada. 


Cada cierto tiempo se escucha que tal día va a haber una Super Luna porque está más cerca de la Tierra. Yo he realizado fotos a la Luna en días normales y no he observado grandes diferencias. 
Otra cosa es tratar de conseguir, mediante un efecto óptico, que la Luna parezca más grande de lo que es. Esto se consigue cuando utilizamos un teleobjetivo y sacamos en la fotografía otros elementos, que ya sabemos de antemano el tamaño que pueden tener, y que al compararlos, transmiten la sensación de que la Luna es mucho más grande de lo normal, cuando no es así. 
El momento ideal para realizar estas fotografías, como no puede ser de otra manera, es cuando sale o se pone por el horizonte. En este momento, podemos encuadrar edificios, personas, o cualquier elemento que se encuentre cerca del suelo y la Luna en el fondo. 

ISO 100, 200mm, f/2.8, 0,8s. Trípode y disparador. En ciudades se puede aprovechar la hora azul para fotografiar monumentos iluminados de manera artificial. La Luna tiene ese color cálido, y no se obtiene detalle puesto que está en su fase creciente. 

¿Cómo localizarla? 

Como decía antes, en muchas ocasiones nos encontramos la Luna por casualidad, pero hay que saber que existen multitud de webs o incluso Apps que te dicen en qué fase está, a qué hora se va a poner y a qué hora va a salir. 
Aplicaciones como SunMoon te dicen a qué hora se sale y se pone la Luna, además de la fase en la que está. También te dice la información del Sol, por lo que se puede ir consultando fechas hasta que las horas coincidan. 
Por ejemplo, si el Sol se pone a las 19:00, sería ideal que la Luna saliera media hora antes, todo dependerá de si vamos a fotografiar a nivel del mar o en montaña. También hay que valorar si queremos que el Sol ilumine nuestro encuadre o si queremos obtener una luz en el cielo más fría, con tonos rosas en las nubes. Hay que tener en cuenta que la Luna se mueve rápido, y en una hora puede que esté demasiado alta. 


Otra aplicación que sirve para saber en qué posición estará la Luna es The Photographer Ephemeris. Puedes consultar más aplicaciones útiles para fotógrafos en este artículo. 


Otros aspectos que podemos valorar 

Otros aspectos a tener en cuenta es que cuando la Luna está baja y el Sol está a punto de salir (o se acaba de poner), la Luna coge un tono amarillento (cálido, debido a la luz que se refleja sobre ella) muy bonito y especial. Esto puede hacer que en algunas fotografías la Luna pueda parecer que es el Sol, debido a este color. Hay que saber que la Luna es capaz de iluminar un paisaje con su luz, sobre todo si realizamos largas exposiciones. 
También es posible que debido a la atmósfera, la Luna aparezca deformada, como cuando miramos a ras de una carretera de asfalto muy caliente. 
Si te gusta realizar largas exposiciones nocturnas también puedes probar a hacerlo en noches con Luna. Para que no se queme demasiado la fotografía se puede hacer en noches posteriores a la Luna Nueva. 



Y un detalle para acabar, en el hemisferio Norte, cuando la Luna está creciendo la forma que tiene es la de una D. Y cuando decrece tiene forma de C. Esto es al revés en el hemisferio Sur, donde es más fácil recordarlo puesto que la forma de la Luna tiene la forma de la primera letra (Creciente o Decreciente).

Portales de Cuautitlán